No me preguntes cúando y cómo,
simplemente emigró,
cobró vuelo una noche de invierno
envuelta en lágrimas de fuego
y se perdió entre la confundida muchedumbre.
Más allá de mi ojos enajenados,
busca un espejo donde mirarse,
desfallece lentamente...
y No preguntes porqué
la incertidumbre es una eterna compañera
de frenéticos deseos e incesante espera,
corroe por dentro y desespera por fuera.
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